jueves, 26 de diciembre de 2013

Keiselim Montás: “Soy un espectador tratando de capturar una imagen, un momento”

Hace unos meses, tuve la grata experiencia de conocer al escritor Keiselim Montás (Keysi), en el marco del congreso de literatura Lengua de Mar (organizado por el El Arañazo Colectivo). Un ser Humano demasiado humano (Nietzche, 1878). Acompañado por su familia, visitaba el país que lo vio nacer en 1968. No llegó con las manos vacías. Aprovechó para pasear Allá: diario del transtierro su poemario más reciente y un montón de cosas que decir desde el transtierro. 

Isidro Jiménez Guillén: Tu infancia en Rep. Dominicana y llegada a EE.UU.

Keiselim Montás: Me crie en Cambita Garabito hasta que salí a la edad de dieciséis años. Dejé un pueblo con un sólo teléfono público y una casa en la que no teníamos TV, nevera, ni estufa. Llegué a la ciudad más famosa del mundo (si no la más importante): NYC. Y fue comenzar de nuevo: no hablaba inglés y no conocía sino al puñado de familiares que tenía allí.

IJG: ¿Antes de salir de Cambita (Municipio de San Cristóbal) ya tenías vocación por las letras, o fue algo que surgió en “los países”?
KM: Creo que a la edad de seis ó siete años, entre un amigo y yo, fundamos un periódico: "El Crítico"; yo escribiría los artículos y él haría las ilustraciones –la cosa era a mano, pues no teníamos ni máquina de escribir. Hicimos un artículo con una ilustración. También a muy temprana edad comencé a escribir versos. Los que conservo de los primeros escritos son de mi etapa de evangélico (sí, aunque no me crean, yo pasé por eso).

IJG: ¿Qué ha significado para Keiselim, vivir fuera de La Isla durante 28 años?

KM: Que hoy soy un individuo que vive sobre el puente imaginario que conecta dos naciones, dos culturas, dos historias, dos idiomas, dos identidades. Y significa que tengo que luchar todos los días para ser respetado como a un ser humano, y no como a un extranjero, en ambos países.

IJG: Entonces ¿los escritores de “LA DIASPORA” no solo son vistos como extraterrestres en Quisqueya?

KM: Podría decir que hay varias diásporas, y una que otra isla dentro de ellas, pero sí: somos vistos y tratados como extraterrestres, foráneos, extranjeros. Somos usurpadores de la palabra, y para muchos no tenemos el derecho de hablar o escribir. Y digo que hay varias diásporas pues estamos los que escribimos en castellano, los que escriben en inglés, los que escriben en ambos, los que son bilingües, los que son monolingües (en uno y otro idioma), etc.

IJG: Viajeros del roció es la antología, en la que el escritor Rubén Sánchez Feliz reúne a 25 narradores que escriben desde EE.UU. Eso fue hace cinco años (2008). ¿Es un intento por devolver (-se) la ciudadanía literaria?

KM: No sé, si fue/es un intento para eso. De lo poco que sé es que es un proyecto que nació desde este lado del charco.

IJG: Keysi narrador, Keysi poeta, Keysi ensayista. 

KM: Pues Keysi ser humano primero, luego dominicano, emigrante, transterrado, residente en EEUU que escribe para vivir (trabaja para ganarse la vida en una ganapán en el que tiene que hablar en inglés) y escribe versos, historias y opiniones.
IJG: ¿Cómo llegas a ganapán en el Dartmouth College?

KM: Es una larga historia, pero poco después de llegar a NYC, y cuando todavía cursaba la escuela secundaria, tuve que comenzar a trabajar para ayudar en casa. Comencé como Guardia de Seguridad en La Guardia Airport (el aeropuerto doméstico en NYC) y de ahí seguí trabajando en eso de seguridad en una tienda, luego en un centro comercial etc. Así, mientras seguía estudiando, fui aprendiendo el oficio y escalando en la industria hasta llegar aquí a Dartmouth College, donde estoy desde el 2007 y donde, por cierto estoy muy a gusto pues me tratan muy bien.

IJG: Los autores que te han hecho decir “coño, hay que ser así o mejor”.

KM: Los autores somos muy sensibles, ñoños, creídos y (uno que otro) rencoroso, así que no doy nombres; pero aseguro que de todos aprendo: por un lado a hacer como ellos, y por otro a evitar hacerlo. Creo que le debo más a los malos escritores que a los que me han sacado coños de admiración. Pero sí, nombro a Cervantes, pues los márgenes de los dos tomos de la tres distintas ediciones que he leído del Quijote está plagados de "¡Coño!" y de “¡OJO!". Y es que perece que Cervantes escribió esa novela el martes de la semana pasada.

IJG: ¿Hay una estética que defina a los escritores dominicanos de “LA DIASPORA”?

KM: No lo creo, pues nuestras formaciones, influencias, círculos, circunstancias y conexiones con la patria y los círculos de poder de la patria son distintos. Creo, empero, que vivimos una experiencia común, y que de alguna forma la memoria, la nostalgia y el presente que vivimos se manifiestan en lo que producimos artísticamente.

IJG: ¿Qué tan pendiente estás y cuál es tu percepción, como escritor dominicano en EE.UU. sobre la literatura dominicana actual?

KM: Muy pendiente, y creo que se están haciendo cosas maravillosas (dentro y fuera de las instituciones gubernamentales). Tenemos muchos talentos jóvenes y hay entusiasmo y labor literaria. Me preocupa, siempre me preocupa, la falta de lectores y la desvalorización del trabajo creativo, pues la gente (término generalizador) se cree que la cosa es por amor al arte nada más; y no, el escribir y crear conlleva tiempo, trabajo, esfuerzo, dedicación y ¡uno tiene que comer!

IJG: De qué forma se puede comer con la literatura.

KM
: Se puede comer un día, tal vez dos… Te doy mi caso, tengo un ganapán que me permite comer literatura y pan. He podido comerme un moro y tomarme una cerveza a cuestas de la literatura, pero no dos días consecutivos. Y tengo que agradecerle a mi mentor, amigo y padre putativo, el poeta cubano José Kozer (provocador de ¡coños!, por cierto) quien hace unos 20 años me advirtió y aconsejó al respecto, diciéndome que no me iba poder ganar la vida escribiendo versos, que tendría que buscarme un ganapán que me permitiera escribir versos. Es lamentable, pero ves un juego de pelota y te emociona el momento y la pasas bien y compartes con amigos y ya. Haz lo mismo con un poema, un cuento, un libro: te emociona, lo compartes con amigos, y luego verás que lo llevas contigo el resto de tu vida y es capaz de cambiarte la vida. Un pelotero dominicano gana hoy, en un año, lo que no se han ganado todos los escritores dominicanos, en todas sus vidas juntas, en la historia de nuestra literatura. No tengo nada en contra de la pelota, pero ¡coño!

IJG: Junto a la escritora y amiga Kianny Antigua, has formado un hogar, una familia. ¿Cuál es el nivel de influencia mutua al momento de escribir?

KM: Tenemos formación y metodologías distintas, y nos informamos mutuamente y compartimos opiniones y nos consultamos; pero somos ambos de opiniones y posiciones fuertes, y más allá de consultarnos, no podría decir que colaboramos. Trabajamos de forma independiente y nos apoyamos entre sí.

IJG: El Keiselim padre.

KM: Ese es el ser humano dichoso que ya llegado a conocer un amor antes desconocido y capaz de ¡TODO! Es el ser humano que ha desarrollado un mucho mayor respeto y admiración por sus padres. Es el ser humano que ahora tiene la vista empañada y un nudo en la garganta. Es el ser humano que tiene una niña saludable e inteligente y que al mirarla, se le infla en pecho y se le quiere explotar.

IJG: Noto en tu poética (más por Pequeños poemas diurnos y en Allá: diario del transtierro) fuertes referencias al tiempo, a la inmediatez, al CUANDO se escribe. Esto, sin dejar de lado la profundidad y cierta transgresión del lenguaje ¿Por qué la insistencia con el “ahora”?

KM: Creo que por dos cosas: 1) Me sé esclavo del tiempo (y por ende ladrón). He tenido que aprender a sacar tiempo para escribir, particularmente en NYC donde mi vida era un trajín. 2) Vivimos tiempos fugaces y la humanidad se mueve a una velocidad increíble, fíjate: 25 años atrás no existía el internet, 30 años atrás los celulares pesaban dos libras y los tenían ejecutivos de Wall Street. Vamos a una velocidad sin precedentes. Y una vez dije que el mundo en que vivimos está cambiando (constantemente) y más rápido que nunca antes, y que yo soy un espectador tratando de capturar una imagen, un momento (un registro), antes de que desaparezca; que soy un testigo que trata de dejar una reseña o representación del mundo de hoy, aquí y ahora.

IJG: ¿El e-book es un fenómeno, producto de esa rapidez?

KM: Creo que es un medio más, en parte es parte de los avances tecnológicos, y no dudo que llegue a reemplazar las publicaciones en papel, las cuales pasarán a ser reliquias, trabajos artesanales, objetos (obras) de arte y por ende seguirán existiendo; pues no es lo mismo tener en tus manos la edición en papel, comentada por el autor, de un libro de Italo Calvino, digamos, que en formato digital.  En otras palabras, el formato digital erradica la idea del "original" cosa que el papel conserva.

IJG: Como escritor de LA DIASPORA (odio ese término), desarrollado en el extranjero (también odio esa) cuál es tu postura ante la sentencia del Tribunal Constitucional, en contra de los dominicanos descendientes de haitianos.

KM: Que es un error, que me da miedo, que puede provocar una desgracia peor que la masacre del 1937; que me hierve la sangre por muchos motivos. Pero como escritor: que me da pena y vergüenza ver como esta sentencia ha servido para negarnos a los de afuera, a los que hemos vivido (y vivimos a diario) la discriminación que sufre el extranjero; pues ya han quitado nacionalidades y méritos literarios a los que han salido a denunciar esta sentencia como injusta. Aquí el rechazo de un grupo de escritores e intelectuales nacionales me ha provocado vómitos, pues han abandonado la razón por el grito de patria, y se han inflado y cegado hablando de invasión, de traición y toda esa retórica barata, como si el país estuviera en guerra con Haití o con nosotros, y se han cegado a lo que verdaderamente tiene a la patria jodida. Y no digo más.

IJG: ¿Debe, el escritor, tener un compromiso social?

KM: ¡No¡ El escritor (en cuanto a su calidad de artista) debe escribir literatura; si escribe política (y no es discursos o ensayos) entonces deja de lado el arte. La persona sí, el individuo, debe tener un compromiso social, aunque deteste la política. Somos entes políticos si hacemos o dejamos de hacer; y cuando no hacemos, otros hacen por nosotros y el que calla siempre otorga.

IJGAllá: diario del transtierro.

KMAllá: diario del transtierro es casi una coincidencia: llevo un diario en el que escribo a diario, y el cual nunca leo. Cuando se llena uno, lo cierro con una cinta de papel en la que lo numero, le pongo fecha de primera y última entrada, y lo pongo “junto a sus semejantes” en un anaquel de mi librero. Una vez (2007) me pidieron opinión sobre cómo yo veía el país desde afuera, y se me ocurrió que de seguro alguna impresión habría anotado al respecto en mis diarios durante mis visitas al país. Abrí los diarios en busca de esas impresiones y me encontré una turba de poemas (hasta en papeles sueltos y servilletas presas entre páginas). Los saqué, los digité, edité, organicé y ahí están: poemas que de una u otra forma siempre miran hacia allá (en donde esté).

IJG: Por último. Has sido galardonado en certámenes nacionales e internacionales (tanto en cuento como en poesía), descollado en la ensayística y publicado en revistas de Queens College, Universidad de Columbia y New México. ¿Qué más persigue Keiselim Montás?

KM: Lo mismo que he perseguido desde que tengo conocimiento: no pasar por la vida como si no hubiese pasado. Y esto lo hago con la convicción clara de que, sin importar lo que hagamos, para un 50% de la población mundial seremos héroes y para el otro 50% seremos unos traidores; entonces, yo trato siempre de hacer lo que siente bien conmigo, lo que pueda justificar y defender articulada y racionalmente (detesto lo que se hace por capricho, o cuando alguien solo puede justificar sus acciones con un “porque sí” o “porque así lo creo”). Así consigo la mitad más uno, que es la mayoría. Otra cosa, evito sufrir; aunque sea inevitable. Un abrazo.