lunes, 16 de diciembre de 2013

Álbum-K, un espacio para ser lo que quieras ser

Santo Domingo, finales del 2008. La coordinadora del Círculo Literario El Viento Frío me presenta a uno de sus miembros; “otro bohemio, de aparente indiferencia” pensé. Era como un recital constante. Uno casi podía olvidar sus jeans rotos y esos lentes de John Lennon. “Bratini” alguien dice. Me habla de Rimbaud, Baudelaire, “los poetas malditos”.
Su visión sucia, violenta, me inquietaba. Aún no existe “El Álbum-K”, pero su contacto con el simbolismo me era una clara advertencia. PELIGRO: HAY ALGO BUENO EN ESTE TIPO. Esas fotografías del sub-mundo, grito testimonial. Distopía, estrellada en las hojas. Venía de provincia, como yo. Las capitales no le eran suficientes. Inevitable. Mi amistad trascendió.
Isidro Jiménez Guillén: Tus orígenes...
José Ángel Bratini: Mi familia es un poco larga, de ambos lados (el de mi papá y mi madre). Un poco fragmentada. Yo nací en Sabana de la Mar, pero la familia de mi madre viene de Samaná, de un lugar al que le llaman Los Bratiní. Allá los pobladores de la provincia les llaman de esa forma. Es una comunidad rural, muy pequeña frente al mar. Una belleza natural. Solo he ido a ese lugar una vez.
Fui solo, caminando a pie, desde el pueblo de Samaná hasta los Bratiní, unos 8 Kms, entre montañas. Bueno, soy hijo de padres separados. Tuve un padrastro. Una niñez solitaria. Hay una diferencia de años, un poco amplia entre mis hermanos y yo. Pienso que cuando llegó la hora de ellos marcharse de casa, yo estaba un poquito pequeño y trascurrió un tiempo de soledad un poco largo, en el que cultivé eso (la soledad). Y ha sido como una forma de reconocer y ampliar tu universo interno, rodeado de lo que tenía alrededor, un ambiente rural, un pueblo con muchos primos; hermanos y padre distantes. Uno que tenía una figura paterna adoptada, pero muy cálida, muy cariñosa. Mis orígenes son, modestamente, fascinantes.
IJG: ¿Se refleja en tu poética esa soledad?
JAB: Vamos a decir que en una primera etapa de esta primera etapa. Sí. Porque, bueno, uno anda todavía en “media suela”, “con la suela completa”, aún no están gastadas. En el principio, en los primeros textos es donde más se manifiesta esta soledad. Como era lo más abundante, lo más inmediato al empezar a escribir, pues eso fue una de las cosas que se fueron manifestando en mis trabajos. Pero, creo que posteriormente, según fue avanzando el tiempo, la obra, la pasión, el impulso fue volcando más hacia lo exterior, hacia un universo más histriónico, más abundante de elementos y temperaturas.
IJG: ¿Cuál ha sido la importancia de los grupos y talleres literarios en tu trayectoria?
JAB: Yo digo que vital. ¿Verdad? Porque han estado ahí desde el comienzo. Y han permanecido con mayor o menor incidencia. Los talleres literarios fueron mi segunda forma de hacer contacto con la literatura. Pero no solo con la literatura y la poesía, en especial, sino con los entes creadores de esa literatura, o parte de esa literatura. Poder interactuar con los poetas y realizar estudios junto a los poetas. Crecer unido a una generación, a un movimiento generacional que está desarrollando, que está dándole forma a una poesía, a una nueva expresión de la cadena histórica de nuestra literatura. Esa es la importancia. Haberme inmerso en el estudio y la interacción con los poetas.
IJG: ¿Qué tanto de mafia, de guerrilla, gueto tiene los grupos literarios, a tu entender?
JAB: Bueno, mira. Eso depende del grupo literario. Creo que algunos tienen todo lo que le falta. Y, sí. Algunos tienen de guetos y pandillas, todo lo que le falta. Muy pocos, pues, tienen esa postura desenfadada y atlética, del gueto, del desafío, del pandilleo, pero en un contexto claro de formación literaria y de estudio literario y de formación. Son, verdaderamente, infiernos literarios, porque ahí las ideas hierven. Creo que eso es lo que tienen. Ese tira y jala, ese conflicto que se da cuando esos egos se encuentran. En algunos casos saludables, en otros no tan saludables. Pero de alguna forma, todo eso es bueno.
IJG: El Álbum-K.
JAB: El Álbum-K es el segundo libro que escribo. Lo antecede Sangre Furtiva. De esta, en alguna forma se desprendió El Álbum-K; ya que Sangre Furtiva era un libro que pretendía más un equilibro entre esa poesía simbolista, medio sublime, con una especie de derrame hacia lo humano. Estruendoso, más inconforme. Pero que esa zona del libro solo tenía una pincelada, algo que no iba a tratarse ampliamente. El libro iba a llegar a un clímax y luego iba a descender hasta su calma. De esos poemas que escribí con esa temperatura, fue naciendo la idea de El Álbum-K, aunque no la tenía tal como es ahora, en la realidad.

El hecho es que esa zona tempestuosa del libro que antecede El Álbum-K, yo la eliminé, no estuvo presente. Luego seguí trabajando el poema en prosa, pero cambiando de rumbo, buscando escenarios más urbanos, más libres, más desenfadados. Tratando de nombrar aquello que las personas eluden. Hablar de esa ciudad que, de alguna forma, nadie quiere hablar y plasmarlo en un texto que lograra unidad no solo temática y atmosférica; sino formal. Que hubiese una estética que definiera cada poema. Y creo que eso quedó de manifiesto en el libro. Aunque tengan temas diferentes, todos los textos tienen esa estética y atlética bastante fornida.
Fue para el 2008 o 2009, cuando lo estaba escribiendo y fue una experiencia que me encantó haber tenido. Un libro difícil de clasificar ¿verdad? Yo lo concebí como poesía, ganó un premio como libro de poemas. Pero en el libro hay un poquito de muchas cosas. Puedes encontrar filosofía, la misma narrativa, psicología, ensayística, de todo. Porque no hay una intención genérica. Creo que El Álbum-K es un espacio para ser lo que tú quieras ser.
IJG: ¿Contento con la edición?
JAB: Bueno. No me puedo quejar ¿no? Creo que la portada está bien tierna. Trataron de parecerse lo menos. Creo que trataron de eludir la violencia del libro con esa portada tan tierna ¿verdad? (risas). La verdad que sí. No puedo quejarme. Es una edición bastante digna.
IJG: ¿El éxito alcanzado en los últimos años, ha cambiado la búsqueda poética del sabanalamarino?
JAB: ¿Qué te digo? El “éxito” depende en base a qué uno lo mida. El éxito, por ejemplo, logrado con los premios, con la publicación, las relaciones que se hayan conseguido atreves de eso, son un tipo de éxito. Pero también el éxito de lograr las obras, que es, para mí, el más importante. Y creo que sumándole el éxito de estos dos últimos años ¿qué te digo? No puedo decir que no han influido en nada. Han sido acontecimientos importantes en mi vida y, mentalmente, algo deben de haber hecho.
Lo que sí te digo es que tengo proyectos literarios, tengo libros escritos luego de algunos de estos galardones. Y creo que el rumbo de “este sabanalamarino”, como dices, va marcado por potencias más interiores, más personales, difíciles de decir. 
IJG: Entre nosotros ¿Qué tan confiables consideras los veredictos del jurado en distintos certámenes literarios, en especial los que tienen origen estatal?
JAB: Pues, mira ¿Qué te digo? Los veredictos dependen del jurad. Y uno supone que para un concurso literario se buscan a un grupo de personas con ciertas cualidades ¿Verdad? Cierta capacidad para decodificar ciertos códigos literarios, de interpretar, de absorber una obra literaria. Pero, también ese jurado tiene un gusto, una forma de concebir la literatura. De esto es que depende el resultado y de eso es que debería depender el resultado. Ahora, lo que pueda pasar, independientemente de eso, es otra cosa que quizás no sea tan bonita como la que dije anteriormente. 
IJG: ¿Tus poetas?
JAB: Supongo que estás hablando de mis favoritos (risas). Autores son muchos. Soy una puta, en ese sentido (risas). Pero te puedo mencionar algunos dioses, que están ahí, en mi Olimpo. Yo soy muy clasicista en ese sentido. Por ejemplo, yo soy fan de José Zorrilla un poeta español del romanticismo. Me gusta mucho el poeta español de la Época de Oro, Garcilaso de la Vega.
Pero, vamos a decir que me gusta Shakespeare, me gustan los sonetos de Petrarca. Me gusta el simbolismo francés, Arthur Rimbaud, Baudelaire, Lautréamont, Verlaine. Me gusta un poeta francés, de la Edad Media, François Villon. Podría decirte un listado muy largo. Hay dioses más recientes como son Cesar Vallejo, Federico García Lorca que para mí ese es un dios bastante brillante. Y dominicanos, dioses como Franklin Mieses Burgos.
IJG: ¿Podemos aseverar que está por encima de El Poeta Nacional don Pedro Mir?
JAB: Yo diría que MUY por encima.
IJG: Algunos “sectores” opinan que el poeta, narrador y publicista petromacorisano, René del Risco Bermúdez ha sido constantemente ignorado por las instancias del poder literario y gubernamental. ¿A qué postura política o no, podemos asumir que se deba este fenómeno?
JAB: Esa pregunta es bastante ambiciosa. Pero creo que tienen un poco de razón el cuestionarse en ese sentido, porque por la trascendencia de la obra poética y narrativa de un escritor como René del Risco, uno esperaría que se le hiciera más caso ¿verdad? Y no es lo que notamos. En Santo Domingo y en su ciudad (San Pedro de Macorís), el mismo grupo de personas que se dedican a estos asuntos culturales, es la que te puede hablar de René del Risco. En su ciudad la gente no conoce a René del Risco en toda su dimensión. Saben que es un hombre que escribió un cuento que se llama Ahora es que vuelvo Ton, pero no saben mucho más de ahí.
Quizá sepan que tiene otro libro que se llama El viento frío y que tiene otro cuento que se llama En el barrio no hay banderas. Cosas por el estilo. Así que no se le ha dado a René, el lugar que merece. No se le han rendido los honores. Y que ¿a qué postura política, literaria se deba esto? Quizá yo no tenga toda la información necesaria como para responderte. Por lo tanto me voy a conservar muchas cosas que, subjetivamente, yo podría opinar. En el sentido literario, pues, puedo decirte que en muchos casos es por envidia, en otros por desconocimiento, en otros, sencillamente es por no pertenecer a su círculo, a su fraternidad”. Pero, ahí está la obra, ahí están los versos de un René que es inmortal y que hizo su aporte. Es un punto infranqueable, en la literatura dominicana, que no se puede obviar. 
IJG: ¿Atendiendo a ciertas “posturas errantes”, presentadas por autores jóvenes, se podría decir que existe una “corriente maldita” en la poesía dominicana?
JAB: Es algo que se puede confirmar. Hay rasgos de eso desde hace mucho tiempo. Tenemos escritores que responden a las características de los autores malditos. Algunos en la vida y en la obra, como es el caso de Luís Alfredo Torres. Y otros más en la obra que en sus vidas. Lo que conocemos por maldito es un individuo autodestructivo, que se corroe, y que no responde a estímulos de la sociedad; sino que responde de forma adversa. Hay escritores que en la página se manifiestan de esta forma, y algunos de estos han marcado. Algunos, como al mismo René, que pudiéramos incluirlo entre nuestros poetas malditos. Almánzar Botello en su libro que se llama Francis Bacon Vuelve.
Estos muchachos de Gazcue, Homero Pumarol, Frank Báez, son bien cabrones, sí ¿verdad? En el texto, en la literatura que producen. De sus vidas, quizás podríamos decir otra cosa. Es una corriente que se ha mantenido desde hace ya muchos años, y permanece. Estos jóvenes, actualmente, producen una poesía maldita y de gran calidad, en muchos casos. Y mientras sea buena poesía, no importa que sea maldita. Creo que es bueno aprobarla.
IJG: Estudias Letras Puras en la UASD (Universidad Autónoma de Santo Domingo), laboras como corrector de estilo en el vespertino El Nacional. ¿Qué tan falsa es la premisa de que con formación lingüístico-literaria es difícil insertarse en el mercado laboral?
JAB: Bueno, mira. Sabemos lo difícil que es, al menos en nuestro país, ¿verdad? Lo difícil que es el mundo laboral y Los niveles de desempleo, tan altos. Es difícil, de todas formas, con o sin formación, insertarse en el mundo laboral. Sobre todo para los jóvenes. Ahora, cuando tus habilidades, específicamente, están dirigidas en ese sentido (la formación lingüístico-literaria), sabes que tienes un campo muy reducido. Más en un país como el nuestro, donde no proliferan instituciones como bibliotecas, revistas, periódicos culturales, centros culturales. Donde ese tipo de cosas no tienen el éxito que deberían de tener.
Pues, es difícil, sí, insertarse y obtener un empleo como persona de letras ¿verdad? Ahora, si quieres insertarte en el mundo laboral como un intelectual, pues, la formación lingüístico-literaria es imprescindible. Creo que es importante, es necesario formarse para trabajar en ese campo. Si no tienes la formación y logras insertarte en el campo laboral, pues vas a hacer un mal trabajo y vas a quedar como un mediocre. Si logras insertarte por medio de relaciones, cuñas y aceptan lo mal que trabajas, estarás trabajando con mediocres. Eso no es lo que uno anda buscando ¿verdad?
IJG: Poses
JAB: (Risas) Uno tiende a tener, cuando escucha esta palabra, una reacción negativa. Y con bastante razón. Se da que en el mundo del arte uno encuentra personas fingiendo cosas que no son. Otros, incluso, fingiendo que son “artistas”. Eso es muy común por ahí. Pero, se dan casos también en que el artista, hablando de uno real, tiende a ser dramático, a ser teatral. O, digamos que esta es la tendencia más abundante, más general entre los artistas. Eso lo lleva a crear su propia identidad, su “personaje” que quizá no sea del todo él. Pero sí es lo que él quiere lograr, lo que quiere alcanzar y proyectar. De alguna forma crea ese “personaje” que está ahí, frente a él, del cual dispone, según sus pretensiones. Creo que esas poses que se dan de forma espontánea, natural. Es necesario, pero cuando ya se vuelve algo premeditado e intencional, se convierte en algo dañino, que no aporta nada al arte, algo que no tiene razón de ser
IJG: El libro digital vs. El libro impreso
JAB: Estamos frente a lo que es la rápida evolución de las tecnologías. Es imparable, es el curso de nuestra evolución. No veo al libro digital como un “contrincante” del libro impreso, sino como el paso siguiente. Creo que es algo que debemos asumir de la mejor forma posible, para que las consecuencias sean las mejores, las más convenientes. Creo que es algo que hay que aprender y a lo que hay que adaptarse. Preocuparse por la igualdad ¿verdad? Que llegue a todo el mundo, a la mayor cantidad de gente. Digamos que es una de las grandes ventajas que le lleva el libro impreso, ahora mismo; puede llegar a sectores muy inhóspitos. Y por la historia que tiene el libro (impreso). Independientemente de eso, pienso que el libro es importante, porque marcó la historia y que marcó nuestra historia como especie. Desecharlo, así, de plano, podría ser problemático. El libro nos acompañará por siempre. Aún no lo usemos, el libro es algo que nos acompañará para siempre.
IJG: Ya para finalizar (como diría un NO TAN AMIGO nuestro), ¿Divisas un coqueteo entre el poeta José Ángel Bratini, hacia la narrativa?

JAB: Bueno. Más que divisarlo, ya lo he rozado, comprometedoramente. La narrativa es un campo de la literatura al que le guardo un respeto inmenso y con el que me encuentro en una postura de soñador queriendo, en algún momento, lograr una obra narrativa sólida, de calidad. Tengo proyectos en mente, y lecturas, ya pasadas y por venir, para, en ese sentido, sentarme con la disposición de crear una obra narrativa. He escrito algunos cuentos breves. Incluso, a través de la poesía he abordado la narrativa.
En El Álbum-K, la narrativa es un elemento constante; debido a mi inclinación por este género. Espero, en algún momento, cumplir ese compromiso, esa promesa hecha a mí mismo. Pero creo que estoy muy cerca.